Cambio de aire



Se hizo un nuevo día y el teléfono sonando, despertó a Miranda. Dando vueltas con los ojos entre cerrados, manoteo el artefacto y este salió volando cayendo al piso, rezongo por su poco tacto y destreza y como pudo se agacho para recogerlo. Al mismo se le había salido la tapa así que encendió el velador, coloco la tapa y prosiguió a prenderlo. Mientras este cargaba los programas, se levanto, abrió las ventanas y dejo que el sol la sorprenda, pero lo hizo con los ojos tapados, para evitar el encandilamiento repentino. Luego comenzó a quitarse la mano lentamente, para acomodar su vista. Respiro el aire nuevo y fresco y se dirigió al baño a lavar sus dientes. Cuando termino de higienizarse en especial la refrescante agua  sobre el rostro, le para despabilarse, se dirigió a su escritorio, ahí donde había dejado el artefacto móvil y al chequearlo,  vio varias llamadas perdidas de su editor.  Aclaro su garganta y envuelta en dudas lo llamo para disiparlas y dijo:
─Hola Esteban! Disculpa que no te atendí antes es que estaba duchándome, por tu insistencia me imagino que tendrás algo importante para decirme, verdad?
─Tengo noticias excelentes, prepara el bolso por que la semana que viene viajas a la provincia de Mendoza, te programe una entrevista radial y otra en televisión, además  abra un coctel de homenaje pues estas invitada como escritora revelación del año.─ palabras que salieron del hombre al que se lo escuchaba por demás contento.
Miranda se puso a dar saltos de felicidad, ella adoraba esa provincia,  y el solo hecho de imaginarse en un evento a su honor, le generaba mucha emoción, así que sin dudarlo dijo:
─Son excelentes noticias, no me esperaba semejante sorpresa, iré a preparar el bolso con tiempo.
─Sales el lunes a las 10:30 am. Iras en avión, todo está a cargo de la organizadora de eventos de la feria del libro de Mendoza, pasara un auto a las 9 am a tu domicilio, puedes venir acompañada ya que no podré ir, pues  tenía programado un viaje a Brasil y me estoy yendo en estos días, pero  deje todo preparado y te llamare antes de irme para acomodar la agenda y darte algunas instrucciones.─ expreso el hombre al que se lo escuchaba muy bien organizado.
Miranda era una adicta a ese medio de locomoción, le fascinaba sentir la adrenalina cuando el avión subía y la llevaba al infinito…  La hacía sentir insegura el que su editor no la acompañara, pues el manejaba todo, pero la idea de poder llevar a alguien la seducía y la invitaba a descubrir nuevas aventuras, ya no sobre el ala de Esteban. La escritora era una chica muy fuerte y segura cuando les daba vida a sus personajes, pero cuando ella era la protagonista las cosas cambiaban y los temores la acechaban.
─ Estaré esperando, tus instrucciones.─ esbozo convencida.
─ Perfecto, nos estamos hablando que tengas un lindo día!─ saludo esteban cordialmente.
─ Igualmente, disfruta de Brasil y sus playas que son soñadas, igual en estos días cuando nos veamos te saludo en persona.

 La noticia la había dejado extasiada de felicidad, fue a la cocina y se preparó un desayuno sustancioso que consistía en una copa de granola, acompañada de jugo de naranja natural, un té con miel y unas tostadas con queso crema y dulce de frambuesa.  Se dispuso a disfrutar plácidamente de su desayuno y por su mente rondaban las palabras de su editor, la sonrisa se había pegado a su rostro cual mermelada al pan. Luego de degustar su desayuno, prendió su portátil y verifico sus mail. Siempre desde que Emilio la había quitado de sus contactos, tenía la esperanza de encontrar una solicitud suya. Pero otro día más y nada. Ella creía que después del encuentro de ayer, las cosas podrían cambiar, pero parecía que para él no significaba nada. Cerro la notebook y aprovecho para limpiar y ordenar un poco la casa.
Luego se dio un placentero baño,  perfumo su cuerpo con su colonia preferida, esa que le dejaba la piel suave y aromatizada como la de un bebe. Abrió su ropero y busco que ponerse, el día estaba precioso y el sol iluminaba toda su habitación, regalándole unos tonos dorados al mobiliario de su cuarto. No hacía mucho frio pero tampoco calor, por lo que opto por unos jeans modernos, acompañados de una camisa de tela finita y delicada en la piel. Se calzo unas botas y salió a comenzar el día.
Primero paseo por algunas librerías y al ver su obra maestra en las vidrieras, no podía evitar la emoción.  Hoy tenia uno de esos días, donde se dedicaba a concederse los gustos. Paseo por la calle sintiendo la briza fresca y el sol que acariciaba sus mejillas y se sentó en el parque. Como amante de la naturaleza, le fascinaba contemplar el verde del césped, el agua del lago en donde se podía ver algunos peces de colores pasear pomposos y en un andar elegante. Al mismo tiempo que una hermosa familia de patos blancos jugaban carreras.
“ Amo venir a este lugar, me llena de energía y alegría, me voy a sacar las botas, me encanta sentir el pasto entre mis dedos, puedo percibir las cosquillas en las plantas de mis pies, el aroma que sale de las flores me trasporta, dejare el bolso aquí y lo usare como almohada, acostarme a sentir la naturaleza y tener como techo las nueves y el sol, sin duda es mi pasatiempo preferido” cerro sus ojos y se dejo llevar por el canto de las aves y el silbido del viento acariciar sus orejas. Así estuvo un rato inspirando con delicadeza y sintiéndose en plenitud.
La llamada de su editor, le dio ese empujoncito de adrenalina que estaba necesitando. Además esa provincia a donde se dirigía era su favorita. Adoraba el clima y la bondad de la gente.
Mientras contemplaba las bellezas naturales, sonó su celular, era su hermano, que la extrañaba y quería charlar un rato con ella.
─Hola precioso! Qué lindo saber de vos. Como estas?─ dijo con una sonrisa plena.
─Muy bien, te extrañaba y quería escucharte.─ dijo el joven, con tono festivo y al mismo tiempo nostálgico.

Ella sonrió, su cuerpo se inundo de felicidad, le daba una sensación tan maravillosa escucharlo, saberlo feliz y bien era lo único que le importaba. Lo amaba con locura y era todo en su vida… Eran muy unidos y desde chicos estuvieron juntos y acompañándose en todo momento, sus padres en ese entonces trabajaban mucho para consentirlos y que nada les falte y así darles una vida placentera y digna por eso debían dejarlos bajo el cuidado de niñeras.
─También te extraño, pero sabes que siempre contas conmigo, sos todo para mí y te amo. Aunque te hayas mudado lejos, es solo una distancia geográfica, nuestro lazo estará siempre unido.─ expreso la joven escritora con un brillo en los ojos.
─Lose hermanita, te quiero mucho y lo sabes, las cosas por aquí van cada vez mejor, tengo mas alumnos y el negocio cada día está repuntando más. Trabajo mucho pero hago lo que amo y eso me hace muy feliz.─ comento el muchacho con voz dulce.
─Que feliz me pone saber eso, sabía que las cosas mejorarían y sé que tu talento y perseverancia te van hacer llegar lejos.─ palabras de aliento y animo de su hermana.
─ A vos también te va muy bien, tu libro es todo un éxito, mama y papa estarían orgullosos.─ dijo Juan Pablo y se le quebró la voz.
─ Claro que si de los dos sin duda, pero sabes que aunque ya no estén a nuestro lado de manera física, están siempre que los necesitamos.
─Lose hermanita, te dejo que ya llegaron los primeros alumnos. Te quiero!
─ Gracias por tu hermosa llamada, no los hagas esperar, que tengas un lindo día. Te quiero!
Siempre que terminaba de hablar con Juan Pablo, su corazón y sus ojos se iluminaban. Escucharlo y saberlo bien era todo para ella. Su papa se había ido de este mundo hace unos 16 años de manera inesperada y el mismo día de la fiesta de graduación de Miranda a la que asistió y al poco tiempo regreso al enterarse de la noticia que cambio su vida. Desde ese momento una partecita de ella se fue con ese ser que era el que más amaba en el mundo. Siempre fueron muy unidos y ella era su princesa consentida. Al perderlo se sintió vacía y sola, pues era su sostén y confidente en el mundo. Fue un golpe muy duro para la familia y la joven tuvo muchos periodos de tristeza y oscuridad en el alma. Pero fue fuerte para su madre que estaba destruida y abatida. Con el correr del tiempo y con mucha contención y ayuda, pudo salir adelante y su padre se convirtió en un ser alado que la acompaña y protege desde hace mucho tiempo. Pero también tuvo que sufrir la pérdida de su madre hace apenas dos años en el 2012, algo que hasta el día de hoy la llena de dolor. Pero si Miranda tiene algo en ella que no se puede negar es la extrema fortaleza, es un ser iluminado que se encargo siempre de ayudar a los demás y levantarlos cuando estos comenzaban a flaquear. A la muchacha quien la ayudaba? Ella misma desde pequeña supo lidiar con las situaciones difíciles, y en la soledad de su cuarto cuando nadie la veía, lloraba, lavaba el dolor y seguía adelante. Renacía de cada batalla que la vida le ponía en el camino.
Sin duda su primera novela, fue dedicada a ellos. Que si bien no pudieron ver sus logros en vida, están felices por ella y su hermano.
La vida de Miranda era muy tranquila y feliz, hacia lo que amaba y vivía de ello. Confió en ella siempre aun cuando muchos no creían. Después de la charla y el estado placentero en el que se encontraba decidió retomar camino a su casa y preparar un delicioso almuerzo. Aun no sabía que cocinar, pero en el camino fue repasando algunas recetas.
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Emilio, estaba a las corridas, prácticamente desayuno unos cuantos sorbos de mate y algunas galletas que por ahí se encontraban.
Tomo su remera beige de mangas largas, unos jeans, zapatillas y corrió ya que estaba atrasado con la entrega.
Al llegar, el cliente lo esperaba muy ansioso, le mostro sus trabajos, que dejaron muy conforme a la otra parte. La paga fue muy buena y lo que había creado era magnifico, algo en el sin duda se había despertado nuevamente.
El día estaba estupendo, y algo que ambos tenían en común era que les encantaba la vida natural. Así que el joven diseñador dejo que el sol recorriera su rostro e iluminara sus expresivos ojos, se sentó en el parque  que estaba a pocas cuadras de su casa y se echó en el pasto a tomar sol. Pensar que ambos estaban haciendo lo mismo sin saberlo…
 A diferencia de la joven escritora, a Emilio los mosquitos le jugaron una mala pasada y lo picaron por todos lados. Pero el joven, como podía los alejaba con sus movimientos de capoeirá y siguió disfrutando de la preciosa mañana.
“Me quedaría todo el día, pero tengo que volver, estos mosquitos se adueñaron de mi cuerpo y me succionaron cual vampiros, iré a darme una ducha y preparar algo para comer” expreso el joven, rascándose cual perro envuelto en sus pulgas.
Tomo su bicicleta y aprovechaba cada semáforo para rascarse, realmente le habían dejado una invasión de ronchas por toda la piel y varios quedaron pegados a la misma con muestras de sangre de los manotazos que les dio. Al llegar lo primero que hizo fue abrir el grifo de la bañera y se ducho para limpiar la escena del crimen. Una vez aseado y desinfectado, se puso ropa cómoda y se preparó algo rico de comer. Reviso la despensa y lo único que encontró fue arroz, abrió la heladera y hayo algunos vegetales y así se dispuso a preparar el plato. No era lo que se dice un muy buen cocinero, pero se la rebuscaba, además usaba el arroz que no se pasaba, por lo que no corría riesgos de comer el alimento gomoso.
 Mientras salteaba las verduras en su vieja y gastada sartén, sonó su celular,  un amigo lo invito a juntarse en el bar de siempre a tomar unas cervezas y salir a la caza de mujeres, su pasatiempo favorito.
El  joven diseñador acepto sin dudarlo, había un ser depredador habitando en el. Mientras degustaba el plato, utilizo como compañía a la computadora.  Lo primero que hizo fue visitar a Miranda y luego chequeo sus mails. Como todos los días titubeo, la idea de enviarle la invitación lo seducía todo el tiempo. Pero en lugar de eso se puso hablar con una chica que había agregado hacia pocos días. Hablo un buen rato, pero en su mente solo estaba la joven escritora y el encuentro en la librería, su olor, perfume  la mirada coqueta y los movimientos femeninos de su cuerpo, hasta volvió a su mente aquellas charlas por chat. Se refregó los ojos y se fue a dormir una siesta, ya que esa noche descontrolaba como todos los viernes.
                                                                  ****

Miranda, llego a su casa y opto por prepararse una ensalada de atún con sésamo tostado, acompañada de una limonada. Cuando termino el almuerzo se dispuso a preparar el bolso, quería hacerlo con tiempo, para no olvidarse de nada. Seguramente pondría en el equipaje más cosas de las que usaría, pero se quedaba tranquila si las llevaba. Solo iba por dos días. Pero como adoraba esa provincia, quizás se quedaba más tiempo, igual trabajar de forma independiente le daba la satisfacción de no darle explicaciones a nadie, ella era su propio jefe.
Abrió su ropero y tomo varias mudas de ropa interior, ropa casual y también algo formal y elegante. Preparo el calzado, maquillaje, no era de usar mucho, no lo necesitaba, era muy natural y agrego algunos libros para la exposición.
Estaba muy contenta y al mismo tiempo ansiosa, conocería a nuevas personas, editoriales, lectores y demás… La emoción invadía su cuerpo y la impregnaba la felicidad.
Mientras hacia sus maletas, escuchaba música y bailaba. En eso una lamparita imaginaria se le prendió y dijo: “Voy a llamar a Florencia, ella sin duda es la más indicada de mis amigas para acompañarme en este viaje relámpago. Flor es fresca y positiva,  va ser mi compañía y apoyo, además es muy divertida. Con ella la voy a pasar genial, ojala pueda, va ser una gran aventura”
Florencia era una chica encantadora y conocía de hombres como nadie. Buscaba el amor de su vida en cada esquina, pero mientras aparecía se divertía mucho, era bastante alocada, linda, y como toda bailarina profesional, tenía una energía que desbordaba. Su actitud era muy diferente a Miranda, ella era atrevida en cuanto a la vida, no se privaba de nada y además el sexo opuesto la veneraba. Salían por la calle y Miranda a pesar de su belleza y sensualidad, pasaba totalmente desapercibida. Los ojos se daban vuelta cuando su amiga aparecía, tenía una mirada muy sensual y un cuerpo de ensueño. No había hombre que pudiera con sus encantos. Pero a pesar de su belleza, no había encontrado el amor, solo hombres desprendidos y para nada comprometidos. Ella siempre sonó con formar una bonita familia y buscaba a su hombre. La escritora sabía que Florencia  estaba pronto a conocerlo y quizás sería en este viaje. Estar con su amiga le inyectaba esa dosis de ardor que tanto necesitaba. Ella conocía toda la historia con Emilio, pero le dijo que siga camino, aun no se había enterado que lo conoció en persona.
Así que sin dudarlo decidió llamarla:
─ Hola Flor! Como estas? Tengo una propuesta muy jugada para hacerte. Queres acompañarme a Mendoza, tengo unas entrevistas pautadas por mi editor y un evento al que me invitaron, te prendes?
─ Hola Miri que noticion! La semana que viene que día?
─ Seria del lunes al miércoles, vamos en avión con todos los gastos pagos y tengo dos pasajes, Esteban no puede ir, así que pensé en vos.
─ Sabes que soy tu amiga mas alocada y que no me perdería por nada esto. Claro que me prendo, además esta semana comencé las vacaciones y no tenía mucho que hacer, pero me encanto la idea y si esta todo pago me gusta mucho mas. Que vas a llevar?
─ Que bueno! La vamos a pasar genial, va ser una experiencia inolvidable y nuestro primer viaje juntas. De todo, para frió, calor, fiesta y casual, te recomiendo que hagas lo mismo. Viste como es en la provincia por la mañana hace mucho calor y por la noche refresca.
─ Buenísimo! Pensar que estaba aburrida y no sabía que hacer, sos lo mas amiga, gracias por pensar en mi, ─ dijo la bailarina saltando de la euforia.
─Genial amiga! Dejo entonces que te acomodes y el lunes estate en casa a las 8 30, con tiempo porque a las 9 pasan a buscarnos.
─ Perfecto ahí estaré, sé que no me caracteriza la puntualidad, pero por el viaje lo voy hacer. En esa provincia los chicos son hermosos, quizás ahí encuentre el hombre de mi vida.
─Viste que soy un poco pitonisa, algo me dice que en este viaje vas a conocer al amor de tu vida.
─Ojala amiga! Estoy esperando tanto a un hombre que me quiera por lo que soy, que le interese conocerme en profundidad. Vos sabes Miri, que el amor es lo que busco y si viene acompañado de un cuerpo escultural y una cara hermosa mucho mejor.─ dijo su amiga riendo.
─El amor no tiene rostro, cuando llegue ese hombre te vas a dar cuenta, pero no porque lo veas, sino porque lo sientas. Ahí reside el verdadero sentido de ese mágico sentimiento. Puede venir en un bonito envase, o quizás no sea el más perfecto, pero cuando lo veas a los ojos te vas a dar cuenta que es más que un rostro, es la esencia. ─ dijo Miranda y su mente vago por ese hombre misterioso, que aparece y desaparece como por encanto de varita mágica.
─ Siempre me salís con lo mismo, pero en el fondo y aunque no lo quiera admitir sé que tenes razón. Te quiero amiga! Hasta el lunes en nuestro primer viaje juntas, vamos arrasar con Mendoza!─dijo Florencia cambiando el tema y despidiéndose ya que estaba súper emocionada y quería preparar su bolso.
 Los dias pasaron como un tervellino, se hizo el lunes y el avión estaba próximo arribar.
─Que emoción Miri! Estamos a minutos de sentir el vértigo de volar juntas y vivir esta experiencia ─dijo su amiga Florencia entusiasmada.
─Si estoy muy emocionada no imagine poder disfrutar de esto con vos y míranos aquí estamos.─pronuncio la joven escritora.
─Por favor señores pasajeros abróchense los cinturones y apaguen cualquier artefacto electrónico en dos minutos estaremos despegando con destino a la ciudad de Mendoza. ─palabras de la azafata, quien controla junto al resto de sus compañeras que los asientos estén derechos y las puertas de compartimento de equipaje estén cerradas.
Durante el viaje Miranda durmió, ya que no era de madrugar, mientras que Florencia, se entretuvo escuchando música.
Al llegar a la Preciosa Ciudad de Mendoza, la escritora piso asfalto y dijo:
El viaje fue fabuloso, se me hizo super rápido, que lindo esta el clima hoy!
─  Amiga hacia mucho que no venía a esta ciudad, que bonito esta todo, mira las montañas, ya ver eso te cambia de aire.─ Expreso la bailarina mientras señalaba a sus alrededores.
Pidieron un remis y este las llevo hasta el hotel que había contratado el equipo organizador. Al llegar al resinto hicieron el chek in y se dirigieron a la habitación.
─Que linda es! Se ve que los organizadores se esmeraron y se ocuparon de todo, hasta chocolates hay en las almohadas y una botella petit de champagne.─ dijo con el rostro iluminado la amante de la danza.
Miranda se recostó en la cama y olio los chocolates y mientras se estiraba dijo:
─En un rato me tengo que encontrar con el organizador de todo esto, y por supuesto lo primero que voy hacer, sera felicitarlo por lo bien que programo todo hasta el momento.
─Amiga tiene que ser ahora? Tenia ganas de salir a pasear.─ expreso Florencia.
─Anda vos,  disfruta y relájate.  Me quedare aquí cumpliendo con lo que me encargo mi editor, tengo que seguir la agenda. El cóctel es esta noche y después de la reunión lo mas probable es que  duerma una siesta, quiero estar reluciente para el gran evento.─ expreso la apasionada por la literatura.
─Está bien amiga, yo también opino igual, te dejare en la reunión y luego comeremos algo y nos relajaremos para el evento.─ dijo su amiga, tomo la tarjeta de la habitación y salió a recorrer la ciudad.
─Bueno amiga que te diviertas, llamare al organizador y luego te cuento.─ Dijo Miranda.
A la media hora, bajo al hall tal y como había pactado con el hombre, frente a ella en la confitería del hotel, en una de las mesas se encontraba un joven muy apuesto y de mirada cautivadora, a quien ella no conocía. pero a este se lo veía muy entusiasmado cuando la vio llegar.
Le hace un ademan con la mano para que se acerque y le dice:
─Encantado señorita Miranda, mi nombre es Federico espero sea de su agrado la estadía en mi ciudad y este a gusto con todo lo que le tenemos preparado.
Cuando lo vio, se asombró, era más joven de lo que imaginaba, llevaba unos pantalones de jeans modernos, una camisa al cuerpo y unos lentes muy intelectuales.
Era un hombre muy atractivo y de mirada profunda. Ella estaba así no más vestida, no llego a cambiarse, él se presentó correctamente y le dijo que tomara lo que quisiera, ya que todo corría por cuenta de ellos.
─La encantada soy yo, realmente hasta el momento ha hecho un trabajo estupendo, el hotel que eligió y los presentes en la habitación, le estoy muy agradecida.
─Usted se lo merece y esto es solo el comienzo.─ dijo el joven con una pequeña sonrisa coqueta.
Se sentaron en la confitería del hotel, para comenzar la reunión, cuando se acerco el mozo,  Miranda pidió un agua con gas y una rodaja de limón, el joven empresario, opto por tomar un cortado.
Allí comenzaron la charla, a ambos se los veía muy a gusto y cómodos. Ella pudo ver que era un hombre interesante y atractivo y estaba locamente atraída por su tonada.
El, estaba bastante alucinado con su belleza, no podía dejar de mirarla.
─Hable con Esteban, mi editor y me conto más o menos de que van las cosas, pero me gustaría si es posible usted me las pasara en limpio.
─Claro que si señorita, hoy por la noche se hará un coctel en donde habrá otros escritores de diferentes provincias y dos internacionales, no se preocupe por cómo ir le enviare un taxi a las 21 horas, para que la recoja, tengo entendido que viene con un acompañante, puede ser?
─Si, vengo con una amiga, espero no sea un inconveniente?
─Para nada, hay reservas para dos en el lugar, ahí le presentare algunas autoridades, y diferentes editoriales de Latinoamérica y grandes empresas como Planeta y Sudamericana, que están muy interesados en conocerla y yo le he dado mis más sinceras recomendaciones. No quiero pecar de abusivo, pero leí su libro y soy su fan.─dijo el joven un tanto avergonzado.
─Me halagan sus palabras, qué emoción! Siempre quise conocer a esas grandes firmas. Veo que tiene todo resuelto.─ comento la escritora con destellos en sus ojos, por la alegría que le daba escuchar esas palabras.
─El martes por la mañana le tengo programada una entrevista para el canal de televisión mas importante de aquí y luego por la tarde otra en la radio. Luego y si es de su agrado estamos armando la feria del libro  y nos honraría con su presencia.
─Ahí estaré, ustedes me honran con estas posibilidades de ayudar a difundir mas mi obra, nunca es poco y les estoy completamente agradecida.
 En ese momento llega Florencia que muy amablemente se presenta y se sienta a compartir, la mesa con ellos.
─Bueno es hora de que me retire, tengo muchas cosas que preparar para tu festejo. dijo  el muchacho levantándose de la mesa y guiñándole un ojo.
─Gracias señor Federico, un gusto conocerlo en persona.dijo Miranda con una linda sonrisa.
El muchacho se retiro cordialmente y ambas contaron lo bonito y amable que era. Subieron al cuarto y Miranda aprovecho para darse uno de sus baños relajantes.
La bailarina, había quedada un poco prendada por la belleza del organizador de eventos y le dijo a la joven escritora, mientras esta se duchaba:
─Amiga que lindo es Federico, además es tan correcto, me lo tienes que presentar esta noche, lo tengo que conocer.dijo Florencia mostrando los colmillos.
─Claro amiga, me alegra que te haya gustado, yo sinceramente no imagine que pudiera ser tan atractivo.  Primero averigüemos si tiene novia y luego haz lo que quieras con él. Pero no demasiado.  dijo Miranda riéndose y señalándola con el dedo desde la bañera.
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Emilio  se estaba perfumando para salir de fiesta como todos los viernes, se peinó sus cabellos abundantes, se puso esa camisa matadora y los zapatos que nunca fallaban. Llevo dentro de su prenda el colgante de la “suerte” y espero que el portero sonara. Cuando lo escucho, se dirigió hasta la calle, donde lo esperaban sus amigos y se dirigieron al bar de costumbre.
  Al llegar al recinto, el dueño les informa que los músicos habían faltado, y como los conocía hacia mucho tiempo y sabia de su talento para la música, los invito a subir al escenario. No habían llevado instrumentos, pero estaban los ya preparados para el otro grupo, así que tomaron su porrón y se dirigieron a tocar algo típico, que a ellos los definía, se divirtieron mucho, no tenían nada programado y hubo algunas desprolijidades, pero al estar rodeados de amigos y de gente con buena onda,  la improvisación paso desapercibida. Por esta razón, la recepción de la gente fue increíble. Eso lo usaron a su favor para pavonearse frente a un grupo de chicas que se mostraban muy interesadas. Las invitaron a tomar algo, y comenzaron los chamuyos. En lo mejor de la charla. Emilio va al baño a desagotar tanta bebida. Y cuando sale se tropieza con una chica muy parecida a Miranda.
Sacudió su cabeza y dejo de beber, parecía que ya estaba medio entonado. Cuando regreso a la mesa, había un ambiente muy erótico, la chica hermosa que estaba a su lado prácticamente se le había entregado. Pero sin mas , la retiro diciendo que no se sentía muy bien y se dirigió a su casa. Para no molestar a sus amigos que estaban muy interesados en las demás féminas, salió sin despedirse, igual sus compinches estaban en otra dimensión y ni siquiera notaron su ausencia o por lo menos no en ese momento.
Llego aun sin entender su comportamiento y se sentó frente a la computadora, no sabía si era el alcohol o que motivo pero lo primero que hizo fue juntar valor y enviarle a Miranda una nueva invitación de amistad.
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La noche estaba hermosa, la luna brillaba en el cielo iluminando esa pintoresca ciudad y sus montañas.
La escritora estaba encantadora, se había puesto un vestido hasta las rodillas de gasa rosa con flores, unas medias bordadas color negro. Acompañaba el atuendo con unas bellas sandalias de taco y el pelo con unos hermosos bucles y su infalible hebilla plateada adornada de pequeñas mariposas azules de stráss al costado derecho de su abundante cabellera. El maquillaje  prefirió acentuarlo un poco ya que la noche lo pedía, arqueo profundamente sus delicadas pestañas y delineo sus ojos con un negro intenso, acompaño sus parpados de una sombra dorada que resaltaba su mirada y los labios los pinto de rosa oscuro. De complemento eligió una chaqueta de cuero corta color violeta y una cartera plateada. Perfumo su cuerpo con  escancias naturales y se quedo esperando a que la bella Florencia terminara de arreglarse.
─Amiga estas preciosa, no necesitas nada mas─ Esbozo Miranda con ojos de aprobación a su coqueta compañera.
Florencia, tenía muchas ganas de divertirse y por su personalidad fresca y espontanea opto por un vestido más atrevido de lycra color bronce al cuerpo muy corto, medias negras con zapatos de taco, el pelo planchado, la boca bien roja y las pestañas muy marcadas. Tenia un cuerpo perfecto y sin duda su pomposa y armoniosa cola era su mejor atributo.
─Ahora así amiga, Prepárese Mendoza, las porteñas venimos a llevarnos todo! ─dijo la bailarina coronando el momento con uno de sus movimientos.
Miranda tomo su chaqueta y junto a Florencia se dirigieron a la ceremonia que se hacía en su Honor y de otros talentosos escritores de su país.
Cuando llegaron, se sorprendieron al ver tanta belleza, el salón parecía de cuentos de hadas, las paredes estaban pintadas con diseños elegantes y todo de color bronce y bordo.
Una escalera de mármol se abrió paso para conducirlas al primer piso, donde pudieron percibir al organizador observarlas y esperarlas desde arriba. Federico parecía un príncipe vestido de esmoquin y una enorme sonrisa lo acompañaba al verlas. Junto al joven, se hallaba una mujer muy fina, que llevaba un vestido largo color marfil, aretes de esmeraldas pequeños, una gargantilla haciendo juego, zapatos de raso del mismo color que el vestido, y el pelo rubio y recogido con un rodete.
─  Miri no se si son las escaleras que hacen galopar así mi corazón, o ese príncipe de ojos café que no puedo dejar de mirar.─ palabras de Florencia que estaba hipnotizada frente al dulce adonis.
Llegaron por fin a donde estaba la recepción y el joven dijo:
─ Hola Miranda quiero presentarte a Laura, ella es la dueña de la editorial mas importante del país y tenía muchas granas de conocerte.
─Jovencita es un gusto enorme conocerte, quiero confesarte que soy una de tus fans, cuando llego por primera vez tu libro a mis manos, comencé a leerlo y automáticamente sentí que seria un éxito. Es muy personal y única tu manera de escribir. dijo la mujer dándole un estrechón de manos y regalándole una pequeña sonrisa.
─Gracias, el honor es mío, estoy muy contenta de saberla feliz con mi obra. Me halagan por demás sus palabras y debo confesarle también ser su fan, pues conozco su maravillosa historia. Como comenzó a crear una librería pequeña , que hoy se convirtió en la editorial mas importante de argentina. Su trabajo y dedicación, me erizan la piel, es un fiel reflejo de que se puede lograr todo lo que uno se proponga. dijo la joven escritora con ojos de admiración.
─Ahora pasen y disfruten de la fiesta, que mi quería está hecha en honor a ti y al resto de talentosos que nos regala la literatura de nuestro país. Eres una magnifica escritora. A disfrutar! dijo Laura tomando del hombro a la joven y acercándola a las altas autoridades de las demás editoriales.
─Aun me falta mucho por mejorar y aprender, pero sin duda se que voy por un camino que elijo y amo.─ palabras de la joven con mirada tímida.

─Hermosa, talentosa y humilde tenes todo para ser un gran referente en el mundo de la literatura. Tus obras van mas allá, hay mucha luz y arte en tus escritos, gracias por escribir cosas que tanto se necesitan escuchar. ─dijo Federico y se alejo a buscar unas copas para ella y su invitada.

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