Se hizo un nuevo día y el teléfono sonando, despertó a
Miranda. Dando vueltas con los ojos entre cerrados, manoteo el artefacto y este
salió volando cayendo al piso, rezongo por su poco tacto y destreza y como pudo
se agacho para recogerlo. Al mismo se le había salido la tapa así que encendió
el velador, coloco la tapa y prosiguió a prenderlo. Mientras este cargaba los
programas, se levanto, abrió las ventanas y dejo que el sol la sorprenda, pero
lo hizo con los ojos tapados, para evitar el encandilamiento repentino. Luego
comenzó a quitarse la mano lentamente, para acomodar su vista. Respiro el aire
nuevo y fresco y se dirigió al baño a lavar sus dientes. Cuando termino de
higienizarse en especial la refrescante agua
sobre el rostro, le para despabilarse, se dirigió a su escritorio, ahí
donde había dejado el artefacto móvil y al chequearlo, vio varias llamadas perdidas de su editor. Aclaro su garganta y envuelta en dudas lo
llamo para disiparlas y dijo:
─Hola Esteban! Disculpa que no te atendí antes es que
estaba duchándome, por tu insistencia me imagino que tendrás algo importante
para decirme, verdad?
─Tengo noticias excelentes, prepara el bolso por que
la semana que viene viajas a la provincia de Mendoza, te programe una
entrevista radial y otra en televisión, además abra un coctel de homenaje pues estas invitada
como escritora revelación del año.─ palabras que salieron del hombre al que se
lo escuchaba por demás contento.
Miranda se puso a dar saltos de felicidad, ella
adoraba esa provincia, y el solo hecho
de imaginarse en un evento a su honor, le generaba mucha emoción, así que sin
dudarlo dijo:
─Son excelentes noticias, no me esperaba semejante
sorpresa, iré a preparar el bolso con tiempo.
─Sales el lunes a las 10:30 am. Iras en avión, todo está
a cargo de la organizadora de eventos de la feria del libro de Mendoza, pasara un
auto a las 9 am a tu domicilio, puedes venir acompañada ya que no podré ir,
pues tenía programado un viaje a Brasil
y me estoy yendo en estos días, pero deje todo preparado y te llamare antes de irme
para acomodar la agenda y darte algunas instrucciones.─ expreso el hombre al
que se lo escuchaba muy bien organizado.
Miranda era una adicta a ese medio de locomoción, le
fascinaba sentir la adrenalina cuando el avión subía y la llevaba al infinito… La hacía sentir insegura el que su editor no
la acompañara, pues el manejaba todo, pero la idea de poder llevar a alguien la
seducía y la invitaba a descubrir nuevas aventuras, ya no sobre el ala de
Esteban. La escritora era una chica muy fuerte y segura cuando les daba vida a
sus personajes, pero cuando ella era la protagonista las cosas cambiaban y los
temores la acechaban.
─ Estaré esperando, tus instrucciones.─ esbozo
convencida.
─ Perfecto, nos estamos hablando que tengas un lindo día!─
saludo esteban cordialmente.
─ Igualmente, disfruta de Brasil y sus playas que son soñadas,
igual en estos días cuando nos veamos te saludo en persona.
La noticia la había
dejado extasiada de felicidad, fue a la cocina y se preparó un desayuno
sustancioso que consistía en una copa de granola, acompañada de jugo de naranja
natural, un té con miel y unas tostadas con queso crema y dulce de frambuesa. Se dispuso a disfrutar plácidamente de su
desayuno y por su mente rondaban las palabras de su editor, la sonrisa se había
pegado a su rostro cual mermelada al pan. Luego de degustar su desayuno,
prendió su portátil y verifico sus mail. Siempre desde que Emilio la había
quitado de sus contactos, tenía la esperanza de encontrar una solicitud suya.
Pero otro día más y nada. Ella creía que después del encuentro de ayer, las
cosas podrían cambiar, pero parecía que para él no significaba nada. Cerro la
notebook y aprovecho para limpiar y ordenar un poco la casa.
Luego se dio un placentero baño, perfumo su cuerpo con su colonia preferida,
esa que le dejaba la piel suave y aromatizada como la de un bebe. Abrió su
ropero y busco que ponerse, el día estaba precioso y el sol iluminaba toda su
habitación, regalándole unos tonos dorados al mobiliario de su cuarto. No hacía
mucho frio pero tampoco calor, por lo que opto por unos jeans modernos,
acompañados de una camisa de tela finita y delicada en la piel. Se calzo unas
botas y salió a comenzar el día.
Primero paseo por algunas librerías y al ver su obra
maestra en las vidrieras, no podía evitar la emoción. Hoy tenia uno de esos días, donde se dedicaba
a concederse los gustos. Paseo por la calle sintiendo la briza fresca y el sol
que acariciaba sus mejillas y se sentó en el parque. Como amante de la
naturaleza, le fascinaba contemplar el verde del césped, el agua del lago en donde
se podía ver algunos peces de colores pasear pomposos y en un andar elegante.
Al mismo tiempo que una hermosa familia de patos blancos jugaban carreras.
“ Amo venir a
este lugar, me llena de energía y alegría, me voy a sacar las botas, me encanta
sentir el pasto entre mis dedos, puedo percibir las cosquillas en las plantas
de mis pies, el aroma que sale de las flores me trasporta, dejare el bolso aquí
y lo usare como almohada, acostarme a sentir la naturaleza y tener como techo las
nueves y el sol, sin duda es mi pasatiempo preferido”
cerro sus ojos y se dejo llevar por el canto de las aves y el silbido del
viento acariciar sus orejas. Así estuvo un rato inspirando con delicadeza y
sintiéndose en plenitud.
La llamada de su editor, le dio ese empujoncito de
adrenalina que estaba necesitando. Además esa provincia a donde se dirigía era
su favorita. Adoraba el clima y la bondad de la gente.
Mientras contemplaba las bellezas naturales, sonó su
celular, era su hermano, que la extrañaba y quería charlar un rato con ella.
─Hola precioso! Qué lindo saber de vos. Como estas?─
dijo con una sonrisa plena.
─Muy bien, te extrañaba y quería escucharte.─ dijo el
joven, con tono festivo y al mismo tiempo nostálgico.
Ella sonrió, su cuerpo se inundo de felicidad, le daba
una sensación tan maravillosa escucharlo, saberlo feliz y bien era lo único que
le importaba. Lo amaba con locura y era todo en su vida… Eran muy unidos y
desde chicos estuvieron juntos y acompañándose en todo momento, sus padres en
ese entonces trabajaban mucho para consentirlos y que nada les falte y así
darles una vida placentera y digna por eso debían dejarlos bajo el cuidado de niñeras.
─También te extraño, pero sabes que siempre contas
conmigo, sos todo para mí y te amo. Aunque te hayas mudado lejos, es solo una
distancia geográfica, nuestro lazo estará siempre unido.─ expreso la joven
escritora con un brillo en los ojos.
─Lose hermanita, te quiero mucho y lo sabes, las cosas
por aquí van cada vez mejor, tengo mas alumnos y el negocio cada día está
repuntando más. Trabajo mucho pero hago lo que amo y eso me hace muy feliz.─
comento el muchacho con voz dulce.
─Que feliz me pone saber eso, sabía que las cosas
mejorarían y sé que tu talento y perseverancia te van hacer llegar lejos.─ palabras
de aliento y animo de su hermana.
─ A vos también te va muy bien, tu libro es todo un
éxito, mama y papa estarían orgullosos.─ dijo Juan Pablo y se le quebró la voz.
─ Claro que si de los dos sin duda, pero sabes que
aunque ya no estén a nuestro lado de manera física, están siempre que los
necesitamos.
─Lose hermanita, te dejo que ya llegaron los primeros
alumnos. Te quiero!
─ Gracias por tu hermosa llamada, no los hagas
esperar, que tengas un lindo día. Te quiero!
Siempre que terminaba de hablar con Juan Pablo, su
corazón y sus ojos se iluminaban. Escucharlo y saberlo bien era todo para ella.
Su papa se había ido de este mundo hace unos 16 años de manera inesperada y el
mismo día de la fiesta de graduación de Miranda a la que asistió y al poco
tiempo regreso al enterarse de la noticia que cambio su vida. Desde ese momento
una partecita de ella se fue con ese ser que era el que más amaba en el mundo.
Siempre fueron muy unidos y ella era su princesa consentida. Al perderlo se
sintió vacía y sola, pues era su sostén y confidente en el mundo. Fue un golpe
muy duro para la familia y la joven tuvo muchos periodos de tristeza y oscuridad
en el alma. Pero fue fuerte para su madre que estaba destruida y abatida. Con
el correr del tiempo y con mucha contención y ayuda, pudo salir adelante y su
padre se convirtió en un ser alado que la acompaña y protege desde hace mucho
tiempo. Pero también tuvo que sufrir la pérdida de su madre hace apenas dos años
en el 2012, algo que hasta el día de hoy la llena de dolor. Pero si Miranda
tiene algo en ella que no se puede negar es la extrema fortaleza, es un ser
iluminado que se encargo siempre de ayudar a los demás y levantarlos cuando estos
comenzaban a flaquear. A la muchacha quien la ayudaba? Ella misma desde pequeña
supo lidiar con las situaciones difíciles, y en la soledad de su cuarto cuando
nadie la veía, lloraba, lavaba el dolor y seguía adelante. Renacía de cada
batalla que la vida le ponía en el camino.
Sin duda su primera novela, fue dedicada a ellos. Que
si bien no pudieron ver sus logros en vida, están felices por ella y su
hermano.
La vida de Miranda era muy tranquila y feliz, hacia lo
que amaba y vivía de ello. Confió en ella siempre aun cuando muchos no creían. Después
de la charla y el estado placentero en el que se encontraba decidió retomar
camino a su casa y preparar un delicioso almuerzo. Aun no sabía que cocinar,
pero en el camino fue repasando algunas recetas.
****
Emilio, estaba a las corridas, prácticamente desayuno
unos cuantos sorbos de mate y algunas galletas que por ahí se encontraban.
Tomo su remera beige de mangas largas, unos jeans, zapatillas
y corrió ya que estaba atrasado con la entrega.
Al llegar, el cliente lo esperaba muy ansioso, le
mostro sus trabajos, que dejaron muy conforme a la otra parte. La paga fue muy
buena y lo que había creado era magnifico, algo en el sin duda se había
despertado nuevamente.
El día estaba estupendo, y algo que ambos tenían en
común era que les encantaba la vida natural. Así que el joven diseñador dejo que
el sol recorriera su rostro e iluminara sus expresivos ojos, se sentó en el
parque que estaba a pocas cuadras de su
casa y se echó en el pasto a tomar sol. Pensar que ambos estaban haciendo lo
mismo sin saberlo…
A diferencia de
la joven escritora, a Emilio los mosquitos le jugaron una mala pasada y lo
picaron por todos lados. Pero el joven, como podía los alejaba con sus
movimientos de capoeirá y siguió disfrutando de la preciosa mañana.
“Me quedaría
todo el día, pero tengo que volver, estos mosquitos se adueñaron de mi cuerpo y
me succionaron cual vampiros, iré a darme una ducha y preparar algo para comer”
expreso el joven, rascándose cual perro envuelto en sus pulgas.
Tomo su bicicleta y aprovechaba cada semáforo para rascarse,
realmente le habían dejado una invasión de ronchas por toda la piel y varios
quedaron pegados a la misma con muestras de sangre de los manotazos que les
dio. Al llegar lo primero que hizo fue abrir el grifo de la bañera y se ducho
para limpiar la escena del crimen. Una vez aseado y desinfectado, se puso ropa cómoda
y se preparó algo rico de comer. Reviso la despensa y lo único que encontró fue
arroz, abrió la heladera y hayo algunos vegetales y así se dispuso a preparar
el plato. No era lo que se dice un muy buen cocinero, pero se la rebuscaba, además
usaba el arroz que no se pasaba, por lo que no corría riesgos de comer el alimento
gomoso.
Mientras
salteaba las verduras en su vieja y gastada sartén, sonó su celular, un amigo lo invito a juntarse en el bar de
siempre a tomar unas cervezas y salir a la caza de mujeres, su pasatiempo
favorito.
El joven
diseñador acepto sin dudarlo, había un ser depredador habitando en el. Mientras
degustaba el plato, utilizo como compañía a la computadora. Lo primero que hizo fue visitar a Miranda y
luego chequeo sus mails. Como todos los días titubeo, la idea de enviarle la
invitación lo seducía todo el tiempo. Pero en lugar de eso se puso hablar con una
chica que había agregado hacia pocos días. Hablo un buen rato, pero en su mente
solo estaba la joven escritora y el encuentro en la librería, su olor,
perfume la mirada coqueta y los
movimientos femeninos de su cuerpo, hasta volvió a su mente aquellas charlas
por chat. Se refregó los ojos y se fue a dormir una siesta, ya que esa noche
descontrolaba como todos los viernes.
****
Miranda, llego a su casa y opto por prepararse una
ensalada de atún con sésamo tostado, acompañada de una limonada. Cuando termino
el almuerzo se dispuso a preparar el bolso, quería hacerlo con tiempo, para no
olvidarse de nada. Seguramente pondría en el equipaje más cosas de las que
usaría, pero se quedaba tranquila si las llevaba. Solo iba por dos días. Pero
como adoraba esa provincia, quizás se quedaba más tiempo, igual trabajar de
forma independiente le daba la satisfacción de no darle explicaciones a nadie,
ella era su propio jefe.
Abrió su ropero y tomo varias mudas de ropa interior,
ropa casual y también algo formal y elegante. Preparo el calzado, maquillaje,
no era de usar mucho, no lo necesitaba, era muy natural y agrego algunos libros
para la exposición.
Estaba muy contenta y al mismo tiempo ansiosa,
conocería a nuevas personas, editoriales, lectores y demás… La emoción invadía
su cuerpo y la impregnaba la felicidad.
Mientras hacia sus maletas, escuchaba música y
bailaba. En eso una lamparita imaginaria se le prendió y dijo: “Voy a llamar a Florencia, ella sin duda
es la más indicada de mis amigas para acompañarme en este viaje relámpago. Flor
es fresca y positiva, va ser mi compañía
y apoyo, además es muy divertida. Con ella la voy a pasar genial, ojala pueda,
va ser una gran aventura”
Florencia era una chica encantadora y conocía de
hombres como nadie. Buscaba el amor de su vida en cada esquina, pero mientras
aparecía se divertía mucho, era bastante alocada, linda, y como toda bailarina
profesional, tenía una energía que desbordaba. Su actitud era muy diferente a
Miranda, ella era atrevida en cuanto a la vida, no se privaba de nada y además
el sexo opuesto la veneraba. Salían por la calle y Miranda a pesar de su
belleza y sensualidad, pasaba totalmente desapercibida. Los ojos se daban
vuelta cuando su amiga aparecía, tenía una mirada muy sensual y un cuerpo de
ensueño. No había hombre que pudiera con sus encantos. Pero a pesar de su
belleza, no había encontrado el amor, solo hombres desprendidos y para nada
comprometidos. Ella siempre sonó con formar una bonita familia y buscaba a su
hombre. La escritora sabía que Florencia estaba pronto a conocerlo y quizás sería en
este viaje. Estar con su amiga le inyectaba esa dosis de ardor que tanto
necesitaba. Ella conocía toda la historia con Emilio, pero le dijo que siga
camino, aun no se había enterado que lo conoció en persona.
Así que sin dudarlo decidió llamarla:
─ Hola Flor! Como estas? Tengo una propuesta muy
jugada para hacerte. Queres acompañarme a Mendoza, tengo unas entrevistas
pautadas por mi editor y un evento al que me invitaron, te prendes?
─ Hola Miri que noticion! La semana que viene que día?
─ Seria del lunes al miércoles, vamos en avión con
todos los gastos pagos y tengo dos pasajes, Esteban no puede ir, así que pensé
en vos.
─ Sabes que soy tu amiga mas alocada y que no me
perdería por nada esto. Claro que me prendo, además esta semana comencé las
vacaciones y no tenía mucho que hacer, pero me encanto la idea y si esta todo
pago me gusta mucho mas. Que vas a llevar?
─ Que bueno! La vamos a pasar genial, va ser una
experiencia inolvidable y nuestro primer viaje juntas. De todo, para frió,
calor, fiesta y casual, te recomiendo que hagas lo mismo. Viste como es en la
provincia por la mañana hace mucho calor y por la noche refresca.
─ Buenísimo! Pensar que estaba aburrida y no sabía que
hacer, sos lo mas amiga, gracias por pensar en mi, ─ dijo la bailarina saltando
de la euforia.
─Genial amiga! Dejo entonces que te acomodes y el
lunes estate en casa a las 8 30, con tiempo porque a las 9 pasan a buscarnos.
─ Perfecto ahí estaré, sé que no me caracteriza la
puntualidad, pero por el viaje lo voy hacer. En esa provincia los chicos son
hermosos, quizás ahí encuentre el hombre de mi vida.
─Viste que soy un poco pitonisa, algo me dice que en
este viaje vas a conocer al amor de tu vida.
─Ojala amiga! Estoy esperando tanto a un hombre que me
quiera por lo que soy, que le interese conocerme en profundidad. Vos sabes
Miri, que el amor es lo que busco y si viene acompañado de un cuerpo escultural
y una cara hermosa mucho mejor.─ dijo su amiga riendo.
─El amor no tiene rostro, cuando llegue ese hombre te
vas a dar cuenta, pero no porque lo veas, sino porque lo sientas. Ahí reside el
verdadero sentido de ese mágico sentimiento. Puede venir en un bonito envase, o
quizás no sea el más perfecto, pero cuando lo veas a los ojos te vas a dar
cuenta que es más que un rostro, es la esencia. ─ dijo Miranda y su mente vago
por ese hombre misterioso, que aparece y desaparece como por encanto de varita
mágica.
─ Siempre me salís con lo mismo, pero en el fondo y aunque
no lo quiera admitir sé que tenes razón. Te quiero amiga! Hasta el lunes en
nuestro primer viaje juntas, vamos arrasar con Mendoza!─dijo Florencia
cambiando el tema y despidiéndose ya que estaba súper emocionada y quería
preparar su bolso.
Los dias pasaron como un tervellino, se hizo el lunes y el avión estaba próximo arribar.
─Que emoción Miri! Estamos a minutos de sentir el
vértigo de volar juntas y vivir esta experiencia ─dijo su amiga Florencia
entusiasmada.
─Si estoy muy emocionada no imagine poder disfrutar de
esto con vos y míranos aquí estamos.─pronuncio la joven escritora.
─Por favor señores pasajeros abróchense los cinturones
y apaguen cualquier artefacto electrónico en dos minutos estaremos despegando
con destino a la ciudad de Mendoza. ─palabras de la azafata, quien controla
junto al resto de sus compañeras que los asientos estén derechos y las puertas
de compartimento de equipaje estén cerradas.
Durante el viaje Miranda durmió, ya que no era de
madrugar, mientras que Florencia, se entretuvo escuchando música.
Al llegar a la Preciosa Ciudad de Mendoza, la
escritora piso asfalto y dijo:
─ Amiga hacia
mucho que no venía a esta ciudad, que bonito esta todo, mira las montañas, ya
ver eso te cambia de aire.─ Expreso la bailarina mientras señalaba a sus
alrededores.
Pidieron un remis y este las llevo hasta el hotel que
había contratado el equipo organizador. Al llegar al resinto hicieron el chek
in y se dirigieron a la habitación.
─Que linda es! Se ve que los organizadores se
esmeraron y se ocuparon de todo, hasta chocolates hay en las almohadas y una botella
petit de champagne.─ dijo con el rostro iluminado la amante de la danza.
Miranda se recostó en la cama y olio los chocolates y
mientras se estiraba dijo:
─En un rato me tengo que encontrar con el organizador
de todo esto, y por supuesto lo primero que voy hacer, sera felicitarlo por lo
bien que programo todo hasta el momento.
─Amiga tiene que ser ahora? Tenia ganas de salir a
pasear.─ expreso Florencia.
─Anda vos, disfruta y relájate. Me quedare aquí cumpliendo con lo que me
encargo mi editor, tengo que seguir la agenda. El cóctel es esta noche y
después de la reunión lo mas probable es que duerma una siesta, quiero estar
reluciente para el gran evento.─ expreso la apasionada por la literatura.
─Está bien amiga, yo también opino igual, te dejare en
la reunión y luego comeremos algo y nos relajaremos para el evento.─ dijo su
amiga, tomo la tarjeta de la habitación y salió a recorrer la ciudad.
─Bueno amiga que te diviertas, llamare al
organizador y luego te cuento.─ Dijo Miranda.
A la media hora, bajo al hall tal y como había pactado
con el hombre, frente a ella en la confitería del hotel, en una de las mesas se
encontraba un joven muy apuesto y de mirada cautivadora, a quien ella no conocía.
pero a este se lo veía muy entusiasmado cuando la vio llegar.
Le hace un ademan con la mano para que se acerque y le
dice:
─Encantado señorita Miranda, mi nombre es Federico
espero sea de su agrado la estadía en mi ciudad y este a gusto con todo lo que
le tenemos preparado.
Cuando lo vio, se asombró, era más joven de lo que
imaginaba, llevaba unos pantalones de jeans modernos, una camisa al cuerpo y
unos lentes muy intelectuales.
Era un hombre muy atractivo y de mirada profunda. Ella
estaba así no más vestida, no llego a cambiarse, él se presentó correctamente y
le dijo que tomara lo que quisiera, ya que todo corría por cuenta de ellos.
─La encantada soy yo, realmente hasta el momento ha
hecho un trabajo estupendo, el hotel que eligió y los presentes en la habitación,
le estoy muy agradecida.
─Usted se lo merece y esto es solo el comienzo.─ dijo
el joven con una pequeña sonrisa coqueta.
Se sentaron en la confitería del hotel, para comenzar
la reunión, cuando se acerco el mozo, Miranda pidió un agua con gas y una rodaja de
limón, el joven empresario, opto por tomar un cortado.
Allí comenzaron la charla, a ambos se los veía muy a
gusto y cómodos. Ella pudo ver que era un hombre interesante y atractivo y
estaba locamente atraída por su tonada.
El, estaba bastante alucinado con su belleza, no podía
dejar de mirarla.
─Hable con Esteban, mi editor y me conto más o menos
de que van las cosas, pero me gustaría si es posible usted me las pasara en
limpio.
─Claro que si señorita, hoy por la noche se hará un
coctel en donde habrá otros escritores de diferentes provincias y dos
internacionales, no se preocupe por cómo ir le enviare un taxi a las 21 horas,
para que la recoja, tengo entendido que viene con un acompañante, puede ser?
─Si, vengo con una amiga, espero no sea un
inconveniente?
─Para nada, hay reservas para dos en el lugar, ahí le
presentare algunas autoridades, y diferentes editoriales de Latinoamérica y
grandes empresas como Planeta y Sudamericana, que están muy interesados en
conocerla y yo le he dado mis más sinceras recomendaciones. No quiero pecar de
abusivo, pero leí su libro y soy su fan.─dijo el joven un tanto avergonzado.
─Me halagan sus palabras, qué emoción! Siempre quise
conocer a esas grandes firmas. Veo que tiene todo resuelto.─ comento la
escritora con destellos en sus ojos, por la alegría que le daba escuchar esas
palabras.
─El martes por la mañana le tengo programada una entrevista
para el canal de televisión mas importante de aquí y luego por la tarde otra en
la radio. Luego y si es de su agrado estamos armando la feria del libro y nos honraría con su presencia.
─Ahí estaré, ustedes me honran con estas posibilidades
de ayudar a difundir mas mi obra, nunca es poco y les estoy completamente
agradecida.
En ese momento
llega Florencia que muy amablemente se presenta y se sienta a compartir, la
mesa con ellos.
─Bueno
es hora de que me retire, tengo muchas cosas que preparar para tu festejo. —dijo el muchacho levantándose de la mesa y guiñándole
un ojo.
─Gracias
señor Federico, un gusto conocerlo en persona.—dijo
Miranda con una linda sonrisa.
El
muchacho se retiro cordialmente y ambas contaron lo bonito y amable que era.
Subieron al cuarto y Miranda aprovecho para darse uno de sus baños relajantes.
La bailarina, había quedada un poco prendada por la
belleza del organizador de eventos y le dijo a la joven escritora, mientras
esta se duchaba:
─Amiga
que lindo es Federico, además es tan correcto, me lo tienes que presentar esta
noche, lo tengo que conocer. —dijo Florencia mostrando los colmillos.
─Claro
amiga, me alegra que te haya gustado, yo sinceramente no imagine que pudiera ser
tan atractivo. Primero averigüemos si
tiene novia y luego haz lo que quieras con él. Pero no demasiado. —dijo Miranda riéndose y
señalándola con el dedo desde la bañera.
********
Emilio se
estaba perfumando para salir de fiesta como todos los viernes, se peinó sus
cabellos abundantes, se puso esa camisa matadora y los zapatos que nunca
fallaban. Llevo dentro de su prenda el colgante de la “suerte” y espero que el
portero sonara. Cuando lo escucho, se dirigió hasta la calle, donde lo
esperaban sus amigos y se dirigieron al bar de costumbre.
Al llegar al recinto,
el dueño les informa que los músicos habían faltado, y como los conocía hacia
mucho tiempo y sabia de su talento para la música, los invito a subir al
escenario. No habían llevado instrumentos, pero estaban los ya preparados para
el otro grupo, así que tomaron su porrón y se dirigieron a tocar algo típico,
que a ellos los definía, se divirtieron mucho, no tenían nada programado y hubo
algunas desprolijidades, pero al estar rodeados de amigos y de gente con buena
onda, la improvisación paso desapercibida.
Por esta razón, la recepción de la gente fue increíble. Eso lo usaron a su
favor para pavonearse frente a un grupo de chicas que se mostraban muy
interesadas. Las invitaron a tomar algo, y comenzaron los chamuyos. En lo mejor
de la charla. Emilio va al baño a desagotar tanta bebida. Y cuando sale se
tropieza con una chica muy parecida a Miranda.
Sacudió su cabeza y dejo de beber, parecía que ya
estaba medio entonado. Cuando regreso a la mesa, había un ambiente muy erótico,
la chica hermosa que estaba a su lado prácticamente se le había entregado. Pero
sin mas , la retiro diciendo que no se sentía muy bien y se dirigió a su casa.
Para no molestar a sus amigos que estaban muy interesados en las demás féminas,
salió sin despedirse, igual sus compinches estaban en otra dimensión y ni siquiera
notaron su ausencia o por lo menos no en ese momento.
Llego aun sin entender su comportamiento y se sentó
frente a la computadora, no sabía si era el alcohol o que motivo pero lo
primero que hizo fue juntar valor y enviarle a Miranda una nueva invitación de
amistad.
****
La noche estaba hermosa, la luna brillaba en el cielo
iluminando esa pintoresca ciudad y sus montañas.
La escritora estaba encantadora, se había puesto un
vestido hasta las rodillas de gasa rosa con flores, unas medias bordadas color
negro. Acompañaba el atuendo con unas bellas sandalias de taco y el pelo con unos
hermosos bucles y su infalible hebilla plateada adornada de pequeñas mariposas
azules de stráss al costado derecho de su abundante cabellera. El
maquillaje prefirió acentuarlo un poco
ya que la noche lo pedía, arqueo profundamente sus delicadas pestañas y delineo
sus ojos con un negro intenso, acompaño sus parpados de una sombra dorada que
resaltaba su mirada y los labios los pinto de rosa oscuro. De complemento eligió
una chaqueta de cuero corta color violeta y una cartera plateada. Perfumo su
cuerpo con escancias naturales y se
quedo esperando a que la bella Florencia terminara de arreglarse.
─Amiga estas preciosa, no necesitas nada mas─ Esbozo
Miranda con ojos de aprobación a su coqueta compañera.
Florencia, tenía muchas ganas de divertirse y por su
personalidad fresca y espontanea opto por un vestido más atrevido de lycra
color bronce al cuerpo muy corto, medias negras con zapatos de taco, el pelo
planchado, la boca bien roja y las pestañas muy marcadas. Tenia un cuerpo
perfecto y sin duda su pomposa y armoniosa cola era su mejor atributo.
─Ahora así amiga, Prepárese Mendoza, las porteñas
venimos a llevarnos todo! ─dijo la bailarina coronando el momento con uno de
sus movimientos.
Miranda tomo su chaqueta y junto a Florencia se
dirigieron a la ceremonia que se hacía en su Honor y de otros talentosos
escritores de su país.
Cuando llegaron, se sorprendieron al ver tanta
belleza, el salón parecía de cuentos de hadas, las paredes estaban pintadas con
diseños elegantes y todo de color bronce y bordo.
Una escalera de mármol se abrió paso para conducirlas
al primer piso, donde pudieron percibir al organizador observarlas y esperarlas
desde arriba. Federico parecía un príncipe vestido de esmoquin y una enorme
sonrisa lo acompañaba al verlas. Junto al joven, se hallaba una mujer muy fina,
que llevaba un vestido largo color marfil, aretes de esmeraldas pequeños, una
gargantilla haciendo juego, zapatos de raso del mismo color que el vestido, y
el pelo rubio y recogido con un rodete.
─ Miri no se si
son las escaleras que hacen galopar así mi corazón, o ese príncipe de ojos café
que no puedo dejar de mirar.─ palabras de Florencia que estaba hipnotizada frente
al dulce adonis.
Llegaron por fin a donde estaba la recepción y el
joven dijo:
─
Hola Miranda quiero presentarte a Laura, ella es la dueña de la editorial mas
importante del país y tenía muchas granas de conocerte.
─Jovencita
es un gusto enorme conocerte, quiero confesarte que soy una de tus fans, cuando
llego por primera vez tu libro a mis manos, comencé a leerlo y automáticamente
sentí que seria un éxito. Es muy personal y única tu manera de escribir. —dijo
la mujer dándole un estrechón de manos y regalándole una pequeña sonrisa.
─Gracias,
el honor es mío, estoy muy contenta de saberla feliz con mi obra. Me halagan
por demás sus palabras y debo confesarle también ser su fan, pues conozco su
maravillosa historia. Como comenzó a crear una librería pequeña , que hoy se
convirtió en la editorial mas importante de argentina. Su trabajo y dedicación,
me erizan la piel, es un fiel reflejo de que se puede lograr todo lo que uno se
proponga. — dijo la joven escritora con ojos de admiración.
─Ahora
pasen y disfruten de la fiesta, que mi quería está hecha en honor a ti y al
resto de talentosos que nos regala la literatura de nuestro país. Eres una
magnifica escritora. A disfrutar! — dijo Laura tomando del hombro a
la joven y acercándola a las altas autoridades de las demás editoriales.
─Aun
me falta mucho por mejorar y aprender, pero sin duda se que voy por un camino
que elijo y amo.─ palabras de la joven con mirada tímida.
─Hermosa,
talentosa y humilde tenes todo para ser un gran referente en el mundo de la
literatura. Tus obras van mas allá, hay mucha luz y arte en tus escritos,
gracias por escribir cosas que tanto se necesitan escuchar. ─dijo Federico y
se alejo a buscar unas copas para ella y su invitada.
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